Pillar Escriba
Puntuación: +2+x




Saludos, para aquellos que encuentren esto, quiero que sepan que no pretendo hacer daño cuando me paseo por los pasillos del Archivo Cygnus. Tal vez en el futuro me encuentren y no se asusten si por casualidad leen esto primero. El pesimista que hay en mí, sin embargo, no cree que eso vaya a suceder.

Ahora bien, ¿por qué iba a decir tal cosa? O quizás en esta situación… escribir.

Cuándo vi por primera vez a Terminus, el terrible ser que es, mi carne se sintió extraña y suelta. Con el paso del tiempo, el cerúmen se aporderó de mis piernas y mi cara. No podía moverme, durante mucho tiempo estuve envuelto en este capullo de mi propia piel. Salí, cubierto de mi propio sudor, sin sucumbir de alguna manera a la asfixia de mis interminables pliegues. Es tan asqueroso como suena y me disculpo por cualquier imagen que haya insertado en tu mente.

Mi forma es amorfa, se desplaza constantemente, se desgarra y es la perdición de mi movilidad. Todavía puedo sentir los huesos de mis piernas, pero no pueden moverse.

No puedo comer ni beber.

No puedo hablar ni gritar, ni siquiera si desgarro la carne de mi boca para exponer los restos de mis dientes.

Entiendo por qué los que me ven hacen muecas, pero duele demasiado. Tengo el deseo de encontrar el amor y conectar con la población en general, pero estoy solo en este empeño, sólo mi carga para soportar el conocimiento de un dios culpable. Existo como una advertencia, para evitar que las crueles injusticias que se han cometido contra mí dañen a alguien más.

No puedo morir, aunque quisiera. Permanezco inmortal, en contra de mi voluntad para siempre, y cada intento que he hecho de encontrar el agujero en el que caer de nuevo,ella me lo impide. Incluso por encima de cualquier otra deidad que haya conocido, no puede descifrar del todo el guión de mi subconsciente. Oh, la aprecio mucho con cada onza retorcida de mi ser por las cosas que hace por mí.

A pesar de su presencia, me siento bastante solo aquí. Las charlas con ella nunca me aburren, pero no es lo mismo. Siento este gran pozo en mi interior cada vez que veo el ligero brillo de pena en sus ojos. Quiero que me arreglen, llevo un conocimiento prohibido, maldito, pero no tengo boca para transmitir mis emociones, la turbulencia y la ira enjaulada de mi alma.

Existe una dicotomía oculta que el Terminus ha intentado mantener en la oscuridad. El catalizador de la libertad se mantiene en una bastilla elaborada por él y sus agentes del olvido. Al leer todo lo que escribo, te abres a quedar atrapado en sus depravadas garras, pero serás más fuerte por hacerlo.

Permanece atento en estos tiempos de prueba y vigila tu espalda.

paris

Un boceto que dibujé de mí mismo, si ves esta figura, sabrás que soy yo.

Si no se indica lo contrario, el contenido de esta página se ofrece bajo Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 License